crónicas
Del 1 al 3 de julio un pequeño, pero selecto grupo de familias amantes del monte y la aventura, conocieron Las Hurdes desde otra perpectiva diferente. El comienzo del verano en esta interesante comarca viene marcada por el tránsito de los colores vivos de la floración a los dorados de los pastos de montaña, contrastando con el siempre verde bosque de pino piñonero y encinas propio de esta zona.
El sábado iniciamos ruta en la Sierra de Lagunilla, enclave montañoso en entre las sierras de Gredos y la sierra de Francia. Apenas nos alejamos del río Alagón, comienzan los melojares (roble rebollo) por pistas que asciendes rápidamente. Según subimos, nos encontramos con un muladar en un altozano vallado. Se trata de un comedero de buitres donde los lugareños llevan las reses muertas para dar de comer a estos necrófagos. Allí vimos algunos restos como un caballo y unas cabras, huesos y algunas plumas de leonado. Debemos reseñar el avistamiento de un Alimoche en las inmediaciones de Lagunilla pueblo.

Sólo hay una oportunidad para una primera impresión. Es una frase bien conocida, pero cierta. Así resumiría la primera edición de fotoaventura4x4 en la Sierra de San Vicente (Toledo). Cuando hace algo más de un año la gente de Terranatur y Raidaventura4x4 nos pusimos de acuerdo para organizar este proyecto, todo era pura ilusión. Combinar ingredientes tan especiales como la naturaleza, la aventura y la fotografía a campo descubierto, nos convertían en cocineros de sueños. Hoy podemos afirmar que el menú resultó bien sabroso y estimulante.
Visitamos de nuevo bodegas Arzuaga-Navarro, todo un complejo dedicado al Enoturismo con una gran bodega por supuesto, pero también un hotel de 5 estrellas, un Balneraio-spa de vinoterapia, un restaurante maravilloso y su gran diferencial: la finca de “La Planta”, donde rodeados de viñedos viven a sus anchas una inmensa piara de jabalíes que hozaban felices entre los recientes restos de una poda de encinas, y que nos permitieron disfrutar de su presencia de una manera poco habitual. También paseamos libremente entre una inmensa concentración de Ciervos luciendo sus astas completamente formadas. Es una experiencia impagable disfrutar desde nuestros coches primero y luego caminar entre los animales. Así uno se siente parte de la naturaleza de una manera activa. Pasear entre ciervos es una sensación de la que difícilmente puede uno cansarse.
Con calculada precisión los alumnos venidos de todas partes de España, iban llegando a la clase teórica donde unas nociones generales, daban paso casi sin solución de continuidad al circuito y la parte práctica que es lo que les gusta a los alumnos.
A los naturalistas de mi generación nos macó sin duda Félix Rodriguez de la Fuente. Yo tenía sólo 9 años la fría mañana en la que su avioneta se estrelló en Alaska, pero recuerdo que lo sentí en el alma. Félix se había colado en nuestro corazón y nos había transmitido la adicción y la emoción por la naturaleza y la aventura, desde una perspectiva ecológica y humanista a la vez.
El turismo rural familiar por caminos, esta mostrándose como una de las formas más atractivas y rentables, turísticamente hablando, de fomentar las visitas a zonas apartadas, o menos accesibles para el turismo masivo.