"Es justo lo que me hacía falta para tener confianza en el vehículo"
Yo creo que era la frase más escuchada al terminar el curso. El sábado día 16 pasaron por la escuela 4x4 de Terranatur Eloy, José Manuel, Sonia, Laura, Laurene, Ángel, Alex, Miguel Ángel y Eduardo. Todos tuvieron oportunidad de aprender y proner a prueba sus vehículos 4x4, Land Cruiser 120, Land Cruiser KDJ, Land Rover Range Rover, Kia Sorento y Land Rover Freelander.
Tras la clase de teoría impartida por Nacho en un agradable entorno, y con los conocimientos frescos de nuestra plataforma online de formación, nos dirigimos al circuito 4x4 de los Ángeles de San Rafael, donde tuvieron lugar las prácticas con varias rotaciones. Esta vez había de todo en la viña del señor: coches automáticos, manuales, todo caminos...
Durante varias horas y varias rotaciones, se entrenaron en subidas, bajadas, barro, dubies, inclinaciones laterales, obstáculos naturales, posición de conducción, comportamiento del vehículo, seguridad, consideraciones medioambientales, etc. Hay que destacar el estílo de los/las copilotos y la "sangre fría" de algunos de nuestros participantes que hicieron gala de maestría como puede verse en las fotos.
Tras la intensa jornada, fuimos a comer a el restaurante El Portachuelo un espléndido menú a elegir entre cinco primeros y entrecot de segundo. Aprovechamos ese momento para charlar de los lances de la mañana y explicar la ruta de la tarde.
Tras comer y relatar como se maneja un rutómetro, salimos hacía el precioso entorno del Palacio de Riofrio atravesando una zona de cultivos de cereal para adentrarnos en un inmenso encinar con fresnos y sabinas según zonas. Naturalmente guiaron nuestros participantes todo el tiempo y con muy buena precisión, salvo despistes. Nos llamó la antención ver un "cementerio" de restos de esqueletos de vacas cercado y bajo la leyenda "no quemar". En ese punto estuvimos hablando de las medidas absurdas que tomó la Unión Europea en relación con la enfermedad de las vacas locas (encefalopatía espongiforme bobina) y los necrófagos (buitres).
El final en el propio palacio celebrando la jornada con una cerveza y prometiendo volver a futuras rutas.